Los objetivos de focal fija siempre han gozado de gran popularidad entre los fotógrafos, ya sean aficionados o profesionales, gracias a la portentosa luminosidad que ofrecen. De entre todas las distancias focales disponibles en esta categoría de lentes, destacan dos principalmente, los objetivos de 35mm y los objetivos de 50mm, pues son los que presentan distancias focales más parecidas a la del ojo humano, por lo que consiguen imágenes muy naturales y agradables a al vista.
Pero, ¿cual es mejor: el 35mm o el 50mm? Algunos fotógrafos te dirán, sin dudarlo, que el 50mm es «el rey de los objetivos», mientras que otros fotógrafos se afanarán por defender la versatilidad del 35mm. Y lo cierto es que ambos bandos tienen razón, pues los 2 objetivos son fantásticos. Eso sí, hay que reconocer que existen ciertos matices que los diferencian y que podrían hacernos inclinar nuestras preferencias sobre uno u otro.
Explicarte esas pequeñas diferencias será nuestro cometido en este post, para que, ahora que has decidido hacerte con un luminoso objetivo de focal fija (¡gran decisión!), puedas asegurarte de escoger la distancia focal que más te convenga o que vaya más con tu estilo de fotografía habitual.
Objetivos 35mm y 50mm: Características Comunes
Antes de entrar en las diferencias, vamos a repasar los aspectos comunes que tienen ambos objetivos para, así, asentar las bases de lo que nos vamos a encontrar independientemente de si nos decantamos por el 35mm o el 50mm. Las características que vamos a enumerar a continuación son comunes a prácticamente la totalidad de los objetivos de focal fija, por lo que también son extensibles a nuestros dos protagonistas. A saber:
- Gran luminosidad: las aperturas de diafragma generosas, tales como f/1.8, f/1.4 o incluso f/1.2 son habituales en los objetivos de focal fica. ¡Y los 35mm y 50mm no son una excepción! Sabemos que la luz es un factor clave a la hora de trabajar en fotografía, por lo que disponer de un objetivo luminoso es un poderoso acicate para lograr fotos de mayor calidad. Trabajar en condiciones de poca luz ambiental, destacar al sujeto protagonista mediante desenfoques del fondo o el siempre atractivo efecto bokeh son solo algunos ejemplos de lo que se consigue gracias a la gran luminosidad de estos objetivos.
- Excelente calidad de imagen: al poder hacer pasar más luz hacia el sensor, estos objetivos luminosos nos permiten trabajar con tiempos de exposición más cortos (reduciendo el riesgo de trepidaciones) y con valores ISO más bajos (evitando el temido ruido fotográfico), lo que se traduce en fotos con una excelente calidad de imagen.
- Máxima nitidez: el 35mm y el 50mm, como todo objetivo de focal fija, cuentan con construcciones sencillas a base de pocos elementos. Al contar con menos cristales que los objetivos de tipo zoom, ambas lentes ofrecen una nitidez superior.
- Enfoque rápido y preciso: ese menor número de elementos en su construción también juega a favor de un enfoque más eficaz y veloz, algo que sabrán apreciar especialmente los aficionados a la fotografía de acción, de deportes, de niños, etc.
- Durabilidad: acogiéndonos una vez más a la construcción más simple de los objetivos de focal fija, podemos decir con rotundidad que ello también los hace más robustos o, al menos, menos proclives a sufrir daños en sus mecanismos internos con golpes fortuitos.
- Inmejorable relación calidad/precio: ya hemos hablado de la magnífica calidad de imagen que ofrecen los objetivos de focal fija y si a eso le sumamos su construcción más sencilla a base de menos elementos que los objetivos zoom, tenemos como resultado objetivos realmente económicos. No te será difícil encontrar objetivos 35mm y 50mm baratos con los que obtener fotos increíbles.
35mm vs 50mm
Ahora que ya conocemos las cualidades que comparten ambos objetivos, llega el turno de ceñirnos al tema principal de este post: las diferencias entre los objetivos de 35mm y 50mm. Hemos de decir que son pocos los aspectos en los que contrastan estos objetivos, pero sí que pueden ser lo suficientemente relevantes como para que, en función de nuestras preferencias como fotógrafos o nuestros gustos personales, nos decantemos por uno sobre otro.
Estas diferencias giran en torno a 3 cuestiones importantes: la distancia focal, el efecto de desenfoque y la compresión de los fondos. A continuación, explicamos estas cuestiones con más detalle:
- Distancia focal: es la diferencia más evidente entre ambos objetivos y que podemos apreciar ya desde el nombre, 35mm y 50mm. Ya hemos dicho que estas distancias focales ofrecen una percepción del mundo muy similar a la que obtiene el ser humano a través de sus ojos, por lo que las imágenes suelen ser muy naturales.
A efectos prácticos, podemos notar una clara diferencia entre lo que nos ofrece una focal de 35mm y una de 50mm. Y es que el objetivo 35mm es capaz de abarcar una porción de la escena mayor que la que puede abarcar el de 50mm. Ello es debido a que posee un ángulo de visión superior, por lo que la sensación es que nos aleja de la escena, mientras que el objetivo de 50mm, con su menor ángulo de visión, causa el efecto contrario, es decir, que nos acerca a la escena. - Efecto de desenfoque: uno de los grandes alicientes de disparar con un objetivo luminoso de focal fija es poder destacar al sujeto principal de la foto creando un efecto de desenfoque en el fondo de la imagen. Sin embargo este desenfoque presenta algunas diferencias entre ambos objetivos. El de 35mm ofrece un desenfoque muy suave, mientras que el de 50mm crea desenfoques más dramáticos.
- Compresión de fondos: por regla general, los objetivos con distancias focales más largas crean un efecto que parece comprimir los fondos, acercándolos al primer plano; por su parte, los objetivos con distancias focales cortas causan el efecto contrario, dando la sensación de que descomprimen los fondos, alejándolos del primer plano.
Objetivo 35mm y 50mm – Opiniones
Como acabamos de ver, las pocas diferencias entre lentes de 35mm y de 50mm no están relacionadas con la calidad de las imágenes, sino en cualidades de las fotos que tienen más que ver con nuestros gustos personales a la hora de definir la porción de la escena que queremos capturar o la apariencia estética de los fondos.
Por eso, elegir un objetivo de 35mm o de 50mm dependerá básicamente de nuestras preferencias personales como fotógrafos o del tipo de fotografía que acostumbremos a hacer habitualmente. Para facilitarte las cosas, te ofrecemos algunas pautas a continuación, basadas en los estilos de fotografía más populares, aunque insistimos en que la decisión final debe apoyarse en tus necesidades particulares como usuario:
- Fotografía de paisaje (de naturaleza o urbanos): aquí, lo que nos interesa es poder abarcar la mayor porción posible del paisaje que tengamos delante, por lo que un ángulo de visión grande debe ser prioritario. Los objetivos de 35mm serán más útiles en estas situaciones. Con los de 50mm, podríamos lograr encuadres similares, pero para ello tendríamos que retrasar nuestra posción unos metros (algo que no siempre es posible por la presencia de obstáculos, paredes, etc.).
- Fotografía de retrato: en los retratos o en cualquier foto en la que deseemos destacar al sujeto principal de los fondos, nos interesa lograr un efecto de desenfoque muy marcado. En eso, el 50mm es el rey. Además, a la hora de hacer los primeros planos, el menor ángulo de visión del 50mm juega esta vez a su favor, pues nos permite mantener una distancia prudencial con respecto a la persona fotografiada, mientras que el 35mm nos obligaría a acercarnos demasiado al sujeto.
- Fotografía de eventos: bodas, bautizos, cumpleaños y otros eventos similares se prestan a las fotos grupales con varios miembros de nuestra familia o pandilla de amigos. Por eso, el 35mm se perfila como la elección más adecuada, ya que su mayor ángulo de visión nos permite abarcar a todo el grupo sin problemas.
- Fotografía arquitectónica: los objetivos de distancias focales cortas presentan un cierto nivel de distorsión (más apreciable en los objetivos gran angular y los objetivos ojos de pez), y esa distorsión puede ser un problema en la fotografía de arquitectura, ya que lo que interesa es mantener las líneas de los edificios fieles a la realidad. Por eso, cuanto más larga sea la distancia focal del objetivo, menor será el riesgo de sufrir esa distorisión. El 50mm, por tanto, sería la elección más fiable.
NOTA: hay que tener presente que las distancias focales de 35mm y 50mm son las efectivas si utilizamos una cámara con sensor de formato completo (una cámara Full Frame), pero si nuestra cámara utiliza un sensor de formato APS-C, interviene el factor de recorte propio de un sensor más pequeño, por los que los objetivos de 35mm y 50mm ofrecerían una equivalencia a distancias focales de 56mm y 80mm, respectivamente.