Antes de leer cualquier tutorial sobre cómo hacer fotografía nocturna, debes tener claro que ninguna información teórica, por extensa y certera que sea, te va a convertir en un experto en fotografía nocturna.
Nada como la experiencia en situaciones y entornos diversos haciendo fotos nocturnas, conseguirá hacer costra en tu bagaje técnico y hacer de ti un solvente fotógrafo incluso cuando la luz, que es el alimento natural de toda cámara de fotos y de todo fotógrafo, escasea en modo extremo.
Lo que sí te va a ayudar al menos es llevar una base conceptual sobre el equipo necesario y los conceptos básicos a la hora de hacer fotografía nocturna en las tres situaciones más recurrentes:
- Fotografía nocturna Urbana
- Fotografía nocturna en la Hora Azul
- Fotografía nocturna a las Estrellas
¿Qué necesito para hacer Fotografía Nocturna?
Aparte de contar con una cámara réflex o EVIL a la altura, con un sensor y procesador capaces de rendir de la mejor forma posible en situaciones de poca luz, e incluso abusando de ciertos niveles de ISO; y con un objetivo luminoso, a ser posible un fijo angular o con una focal corta en cualquier caso, a la hora de hacer fotografía nocturna vamos a necesitar «impepinablemente» lo siguiente:
- Un trípode de fotografía muy estable, al que no le «tiemblen las patas» a la hora de enfrentarse a terrenos irregulares en condiciones de viento fuerte o moderado, o lo que surja.
- Un disparador a distancia, ya sea por cable (como antiguamente; algunas cámaras digitales del presente conservan el enganche) o un disparador inalámbrico, lo más habitual en el caso que uses una cámara réflex digital.
Olvídate de enfrentarte a la fotografía nocturna sin trípode o sin un disparador, ya que vas a necesitar abrir el obturador de tu cámara durante el tiempo suficiente para captar cualquier movimiento del propio equipo, y eso es justo lo que no queremos.
Fotografía Nocturna Urbana
La fotografía nocturna en ciudad es el primer escenario al que solemos enfrentarnos todos cuando hacemos nuestros primeros pinitos, un ámbito en el que la luz, aunque no es natural y puede llegar a ser realmente escasa en determinados espacios, es más generosa que en un espacio natural como un bosque o el mar en plena noche.
Lo más habitual a la hora de hacer fotografía nocturna urbana es intentar capturar el desplazamiento de los vehículos o de las personas, creando esas sugerentes estelas de luces de colores. Para ello, partiremos siempre de un ISO mínimo (100 ó 64, dependiendo de la cámara) y de una apertura de diafragma mínima que nos permita conseguir enfoques generales, para a partir de ahí seleccionar aperturas de al menos 20 segundos, aunque dependerá del efecto que queramos conseguir y de la cantidad de luz que haya.
Parámetros usados para tomar esta fotografía nocturna urbana:
- Focal: 18mm.
- Apertura: f/20
- Velocidad: 20″
- ISO: 64
Pero aparte de hacer fotografía nocturna de larga exposición (tal vez la más interesante desde un punto de vista creativo), en una ciudad podemos optar también por congelar los objetos y sujetos en movimiento usando velocidades por encima de 1/250, siempre que tengamos un objetivo suficientemente luminoso que no nos haga abusar del ISO en exceso.
Qué es la Hora Azul en Fotografía
Expresión tomada del francés -l’heure bleu-, la hora azul es ese momento del amanecer y del ocaso en días despejados en el que el día no es día, y la noche no es noche, ese breve periodo en el que la luz artificial y la luz natural se encuentran en un punto de equilibrio que nos permite obtener imágenes muy compensadas.
En panorámicas de fotografía nocturna como ésta, si realmente queremos obtener profundidad de campo nos vemos obligados a cerrar el diafragma considerablemente (en este caso se usa un f/8), y con el fin de obtener una imagen lo más limpia posible, el ISO se baja al mínimo para captar toda la luz a golpe de tiempo de apertura.
Parámetros usados para tomar esta fotografía nocturna en la hora azul:
- Focal: 16mm.
- Apertura: f/8
- Velocidad: 121″
- ISO: 100
Este tipo de fotografía en la hora azul es, aunque no necesitemos irnos al extremo, el mismo recurso que en cualquier otra modalidad de fotografía nocturna.
Fotografía Nocturna de la Vía Láctea
Irse al extremo es, por ejemplo hacer fotografía nocturna a las estrellas, y más aún si pretendemos captar la nebulosa de la vía láctea. En estos casos, al encontrarnos prácticamente en la oscuridad total, o con una levísima entrada de luminosidad en la línea del horizonte, nos vemos obligados a llevar el ISO de nuestra cámara al extremo permisible.
En cuanto a la composición, conviene buscar encuadres en los que el cielo ocupe aproximadamente dos terceras partes o tres cuartas partes de la escena, dejando el resto para un perfil del horizonte que, al quedar en negro, nos aportará un bello contraste. Esto condiciona no sólo el lugar, sino también la hora a la que deberemos hacer nuestra fotografía, lo cual implica varios días de observación y planificación.
Parámetros usados para tomar esta fotografía nocturna de la Vía Láctea:
- Focal: 17mm.
- Apertura: f/4,5
- Velocidad: 30″
- ISO: 6400
La nebulosa de la vía láctea no se ve a simple vista, y es la sobreexposición unida a un aumento de la sensibilidad (ISO) de nuestra cámara lo que nos permitirá «recrearla» en nuestras fotos, siendo por ello un tipo de fotografía nocturna con mucho de magia y algo de misterio. Nunca sabe uno a ciencia cierta lo que se va a encontrar al finalizar la exposición.
Como consejo general, en aras de proteger también nuestra cámara, recomendamos no excederse en la realización de fotos nocturnas de larga exposición de forma intensiva, ya que podemos llegar a sobrecalentar el sensor.
Fotos Creative Commons: Giuseppe Milo I Michael Muraz I Oliver Henze